lunes, 30 de junio de 2014

Pa ti

"Josema, te llama patricia!". Las piernas ya responden automáticas a una frase que tras 20 años de tiempo libre, el cuerpo tiene asociada a niño que se ha caído, castigo inminente o vaya usted a saber qué.
Pues era vaya usted a saber qué. Patricia ha ayudado a Ricardo a terminar su pulsera, un niño que bien pudiera considerarse como el icono de la desgracia: parálisis cerebral, discapacidad motora y un entorno familiar y económico vergonzantes.
Ricardo sonríe. Mucho. Y a su modo, es feliz. Y su sonrisa es fuente de espiritualidad. Viene a mi mente con frecuencia ante la tentación de llamar problema a las circunstancias cotidianas.
"¡Qué bonita Ricardo! ¡Qué bien la has hecho!".
La sonrisa se torna en un gemido de alegría que expresa con todo el cuerpo.
-"Toma"- Dice Ricardo.
-"¿Te la pongo?"-.
-"Noooo, es pa ti"-.
-"¿Para mí, Ricardo?".
-"Sí, por traemme".

1 comentario:

  1. Muchas gracias por compartirlo... cuántas veces estamos tan sumidos en nuestras comodidades (que son muchas), que olvidamos lo verdaderamente importante: una sonrisa, una ilusión, un "hacer feliz al otro". Tengo ganas de que mis hijos vayan con vosotros cuando tengan edad.
    Un abrazo enorme!!

    ResponderEliminar